02 ago. 2017

“Es especialmente duro predecir, sobre todo si se trata del futuro” – Niels Bohr

Niels Bohr fue un científico danés al cual, además de su contribución a la mecánica cuántica, le debemos la frase con la que comienza este texto. Durante siglos la necesidad de predecir el futuro ha estado presente en la raza humana y, en nuestros días, no es extraño que cotidianamente queramos conocer lo que va a suceder o pudiera suceder en adelante.

En términos de cadena de suministro, tener la confianza de que el bien o producto fabricado sea de calidad y llegue en perfecto estado al consumidor final se vuelve un tema prioritario, pero ¿cómo estar seguros de que esto se cumplirá?

La celeridad con la que la tecnología se mueve, nos ofrece equipos e instrumentos que nos ayudan a predecir lo que fenómenos cotidianos pueden generar a un producto. La industria del empaque no está exenta de estas innovaciones y, gracias a investigaciones y desarrollos tecnológicos, contamos con herramientas que nos permiten hacer predicciones muy cercanas a la realidad de cuál será el comportamiento que el diseño de un empaque pueda enfrentar en su transportación, almacenaje y/o distribución.

Desde softwares de diseño y simulación, hasta equipos de prueba que reproducen las condiciones anteriormente mencionadas, son herramientas que están al alcance de la cadena de suministro y mediante las cuales se puede tener la confianza de que el empaque propuesto va a satisfacer las exigencias de los clientes y por ende las necesidades del consumidor final.

Simulando la transportación, almacenaje y distribución

Transportar un nuevo diseño de empaque usando un camión quizás sea una opción fácil de simular para predecir qué puede suceder en un producto empacado antes ciertas condiciones, pero, ¿qué pasaría si nuestra distribución es vía aérea? No es tan fácil poder rentar un avión con las características de un Boeing o un tipo Hércules para poder hacer esta predicción.

Para este tipo de situaciones el uso de una mesa de vibración que permita reproducir los distintos tipos de frecuencia que se generan en una distribución terrestre, aérea o marítima es la mejor opción para predecir lo que el transporte puede generarle a este diseño de empaque.

La practicidad de una mesa de vibración no es sólo generar estos movimientos sino que podemos también escalar el tiempo real de transportación a unas cuantas horas, lo cual representa un ahorro significativo en costos y nos da una idea del comportamiento que el diseño propuesto tendrá bajo estas condiciones.

Una vez que se confirma que el diseño o el producto empacado soporta estas condiciones adversas de transportación, se vuelve importante “predecir” qué afectaciones podría tener ante escenarios de estiba o de manejo. Es aquí donde una máquina de compresión y equipos de impacto y caída libre nos pueden dar “pronósticos” muy cercanos a la realidad que nos ayuden a conocer el futuro de nuestro empaque.

Una máquina de compresión nos permite desde confirmar que la estiba declarada en el empaque es la correcta, hasta conocer la estiba adecuada cuando no se cuenta con este dato. Tener el control de este dato antes de producir “x” número de unidades, o después de empacar una orden de miles de piezas, da la confianza de que el diseño y la fabricación del empaque es la adecuada. Confianza que también se ve reflejada en ahorros. Sin esta “predicción” y ante un reclamo de garantías ¿cómo negociar con el cliente final?

Equipos de caída libre, impacto horizontal e impacto inclinado son las herramientas adecuadas para simular situaciones de impacto en el producto empacado.  Estas caídas se llevan a cabo bajo un orden establecido, que simula condiciones reales basadas en la física del empaque y, nuevamente, este desempeño, da la confianza de que el diseño propuesto va a proteger al producto bajo cualquier circunstancia.

Conocer el futuro, al menos para la evaluación de empaques, ha dejado de ser algo imposible. Retomando la frase de Bohr, el predecir ahora no es tan duro sino todo lo contrario y, con el apoyo de la tecnología adecuada, el romper paradigmas se vuelve algo rutinario.

La evaluación de empaques es y seguirá siendo la mejor opción de apoyo cuando se trata de considerar aspectos como ahorro en costos, tiempo y esfuerzo. El intentar predecir se ha convertido en un tema que tiene bases y soporte a partir del apoyo de equipos de simulación y software especializado.